Resistencia bacteriana
Resistencia bacteriana
La resistencia bacteriana se refiere a la capacidad de una bacteria de desarrollar una tolerancia a un antibiótico en particular. La aparición de la resistencia puede producirse por mutación espontánea en el ADN de la bacteria y/o la transferencia de genes resistentes a los antibióticos. Hay varios mecanismos que se han desarrollado en las bacterias para lograr la resistencia a los antibióticos. Actualmente hay tres mecanismos que se entienden. La bacteria desarrolla la capacidad de modificar químicamente el antibiótico para que éste ya no reconozca a la bacteria. En otro mecanismo, la bacteria ha desarrollado la capacidad de inactivar el antibiótico eliminándolo físicamente de la célula. El tercer mecanismo consiste en la capacidad de la bacteria para modificar el sitio de destino en la bacteria de manera que el antibiótico no sea reconocido. Resultó que el mecanismo más común es la inactivación enzimática del antibiótico.
La mayoría de los genes de resistencia se encuentran codificados en los plásmidos, que son una forma de ADN extracromosómico en las bacterias. Algunas bacterias tienen la capacidad de transferir genes plasmídicos a otras bacterias por conjugación; una forma de reproducción sexual en las bacterias.
Los estudios sugieren que el desarrollo de la resistencia es inevitable cuando se introduce un nuevo antibiótico. De hecho, las cepas de bacterias multiresistentes están muy extendidas y, en esencia, no existe actualmente ningún arsenal médico para combatirlas.
En última instancia, la resistencia a los antibióticos puede ser inherente a la bacteria, obtenida por mutación de su propio ADN y/o adquirida de otra bacteria directamente (conjugación) o por medio de un bacteriófago (virus bacteriano). La auto-resistencia puede ocurrir debido a la ausencia de un sistema de transporte de antibióticos, a la ausencia de un objetivo para ligar el antibiótico o a una pared celular oculta (que está protegida por una membrana exterior como barrera a la penetración, como en el caso de las bacterias gram negativas).